Honduras





Tuvo a su cargo,durante los años 2003 y 2004,la dirección técnica-para una consultora internacional-, del Estudio Hidrogeológico del Valle de Olomán, situado en el Departamento de Yoro.

El estudio, que abarcó una superficie de 10.000 Has, surge a partir la problemática planteada, en la República de Honduras, por las sequías cada vez más extensas, lo cual llevó a la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras, a impulsar la realización de un estudio hidrogeológico en el Valle de Olomán, con la finalidad de efectuar un uso conjuntivo de los recursos hídricos superficiales y subterráneos.

El trabajo comprendió la ejecución de perforaciones de exploración, prospección geofísica y ensayos de bombeo de larga duración.

Se llevó a cabo la cuantificación de las reservas de aguas subterráneas y la factibilidad de su uso agrícola, como así también se definieron los sectores más propicios para la explotación.

Una de las primeras tareas, fue la de trabajar en el balance hídrico a nivel del suelo. En la Fig. 1 , se muestra el pluviograma anual medio de la región. La precipitación media anual para este período es de 1276 mm, con un valor máximo registrado en 1996 con 1624 mm y un mínimo en 1985 con 927 mm. Con el objeto de reconocer las variaciones a nivel modular, se incluye en el mismo gráfico la tendencia de la serie. Se reconoce, la alternancia de años que se encuentran por encima de la media y otros por debajo.

Por su parte, en la Fig. 2 se puede observar, la distribución de las precipitaciones medias mensuales considerando el período 1972-2001. Las mayores precipitaciones se producen entre junio y octubre con valores superiores a 150 mm, con un máximo de 210 mm en septiembre. Entre noviembre y mayo los valores de lluvias mensuales son inferiores a 100 mm, registrándose el mínimo en marzo con 22 mm. El semestre junio – noviembre resulta manifiestamente más lluvioso (967 mm/año) que aquel que se extiende entre diciembre – mayo (309 mm/año). Los valores máximos mensuales, han superado los 450 mm en octubre (499 mm), septiembre (487 mm) y noviembre (460 mm). Se reconoce que los mínimos mensuales se han registrado en febrero, marzo o abril en que no existieron precipitaciones.

Los trabajos de campo, incluyeron varias tareas. Una de estas fue el desarrollo de una prospección geofísica, a través de la ejecución de 44 sondeos eléctricos verticales, cuya ubicación se muestra en el Mapa 1. Los SEV fueron distribuidos, de manera tal, de obtener una configuración representativa del área de estudio. Cada SEV interpretado generó un corte geoeléctrico. Estos cortes, fueron integrados en 10 perfiles geoeléctricos, en los cuales se muestran las resistividades de las distintas capas y espesores.

A partir de la ejecución de las perforaciones de reconocimiento estratigráfico, se pudo contar con la información básica de subsuelo –litológica y química– que permitió interpretar, con criterio hidrogeológico, la información geofísica como se muestra en las Figs. 3 y 4. Con el fin de definir las características litológicas de subsuelo, en diferentes sitios del valle, se ejecutaron seis Pozos de Estudio cuya profundidad alcanzó, en algunos de ellos, hasta 150 m. Sobre estos pozos se realizaron ensayos de bombeo y análisis químicos completos al agua extraída. En la Fig. 5, se muestra uno de los Pozos de Estudio ejecutado.

En el aspecto de la hidrodinámica subterránea y a partir del relevamiento de campo efectuado, se generó el Mapa 2, en donde se muestra la dirección del escurrimiento subterráneo.

Por su parte, a través del Mapa 3, se muestra la evolución de la profundidad del agua subterránea en todo el valle.